Entrevista de Pronto Pro a Vanessa Blazquez, de Nutrición Donostia

Vanessa Blázquez, nacida en un pequeño pueblo de Gipuzkoa llamado Aretxabaleta, es nutricionista desde hace 15 años y hace más de 12 trabaja en San Sebastián. Fue parte de la primera promoción de Diplomados en Nutrición, en el año 1999. Estudió Nutrición Humana y Dietética cuando la profesión de nutricionista aún era bastante desconocida. Más tarde se licenció en Ciencia y Tecnología de los alimentos.

No acabó aquí su formación, porque años después cursó un módulo formativo de técnico de laboratorio que le permitió trabajar como tal en el Hospital Universitario Donostia en el centro de investigación sanitaria Biodonostia. Comenta que al principio era muy complicado trabajar como nutricionista, pero tras formar parte de un proyecto de investigación sobre obesidad e ictus iniciado en el 2010, decidió ampliar horizontes y emprender para poder ayudar a más personas y ser dueña de su carrera profesional.

Su empresa es la consulta de Nutrición Donostia. Empezó en el 2015 como fruto de su proceso de reorientación laboral. A día de hoy la regenta ella en solitario aunque colabora de manera habitual con diversos profesionales relacionados con la ciencia y la salud.

¿Qué fue lo que te motivó a dedicarte a la nutrición y ofrecer mejoras en la salud física de tus pacientes? ¿Tienes razones personales?

Yo trabajaba en el H.U. Donostia como nutricionista clínica en un proyecto de investigación sobre nutrigenética. Estudiábamos los cambios epigenéticos asociados al ictus y relacionados con la alimentación. Pude comprobar cómo la alimentación saludable, tras un episodio de ictus isquémico, mejoraba los biomarcadores asociados a la repetición del ictus. Sin embargo, el acceso al tratamiento estaba muy limitado, ya que al estudio clínico solo podían acceder pacientes y personas sanas de características muy concretas.

Como en España no hay nutricionistas en los servicios de salud pública (hospitales de la Seguridad Social) decidí que había que acercar el conocimiento y mis años de experiencia al resto de la población. Y así surgió el proyecto que finalizó con la creación de Nutrición Donostia.

También me puse en contacto con distintos investigadores que conocía y creamos un panel nutrigenético de predicción de riesgo de enfermedades relacionadas con la alimentación para que la población tuviera acceso a los últimos avances en nutrición y genética y está a disposición de todos mis pacientes y de otros nutricionistas.

¿Qué parte de vuestro equipo de trabajo es esencial para garantizar la salud física mediante la nutrición balanceada? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar?

Durante el proceso de gestación de la consulta dediqué especial tiempo a escuchar las peticiones que me solicitaban los pacientes del hospital cuando les daba el alta. Resulta vital la escucha y la educación nutricional y conocer bien a la persona a la que se pretende ayudar, así como sus objetivos, los que comenta en consulta y los que a veces te transmite entre líneas. Ese era un aspecto que no se ofrecía en las consultas de nutrición.

Los pilares de Nutrición Donostia son la psiconutrición, la nutrigenética y la educación nutricional, de la que hay una gran carencia en la sociedad a pesar de todas las fuentes de información que existen. Puede parecer contradictorio, pero cuanta más información existe sobre alimentación saludable, mayor es la percepción que tengo de que la población no la está entendiendo o lo hace de forma incorrecta.

Según tu experiencia profesional, ¿cuáles son las recomendaciones que les darías a tus pacientes para garantizar la efectividad de los tratamientos nutricionales que ofreces? ¿Cuándo y en qué condiciones le recomendarías a un posible paciente que debe buscar tratamiento nutricional?

El momento vital en el que una persona acude a la consulta de un nutricionista o dietista es clave. Siempre recomiendo que el paciente busque orientación nutricional cuando esté dispuesto a cambiar su estilo de vida y a aprender a hacerlo desde la humildad y el deseo real de cambio. Cuando uno esté realmente hastiado de su estilo de vida y hábitos anteriores. Si no las expectativas se verán cubiertas durante el periodo en el que acuda a consulta, pero después no sabrá continuar.

Siempre digo que la metodología de Nutrición Donostia no es «hacer dieta», sino un proceso de aprendizaje sobre los hábitos y decisiones erróneas que todos inconscientemente hacemos, para poder cambiarlos para siempre.

Aquellas personas que buscan un objetivo no realista son informadas desde la primera consulta para que no se creen falsas expectativas.

¿En qué consisten los servicios de psiconutrición, genética y educación nutricional? ¿Cómo estos servicios ayudan en el tratamiento personalizado que ofrecéis?

Quizás es un poco lo mismo que he comentado hasta ahora. La psiconutrición no es coaching nutricional. Se centra más en los aspectos pasados del paciente, la forma en la que ha aprendido a tomar decisiones y a cuidar de sí mismo. La reorientación resulta fundamental. Sin embargo, yo no soy psicóloga y cuando el paciente necesita una ayuda más específica, es derivado a un profesional adecuado a sus necesidades. En este caso al psicólogo.

La nutrigenética estudia cómo algunos nutrientes son capaces de modificar la expresión genética y la nutrigenómica; cómo nuestra carga genética nos predispone a la digestión y procesamiento de distintos nutrientes. Todos somos distintos y llegará el día en que nuestra alimentación se pueda personalizar mucho más en función de nuestros genes.

La nutrición, llave de nuestra salud

Para que nuestra alimentación no se convierta en una enemiga sino en nuestra mejor aliada, debemos tener los conocimientos apropiados para entender cómo funciona nuestro organismo. También es necesario comprender que la alimentación es una necesidad permanente, por lo que las dietas nunca podrán ser mejor que unos hábitos saludables mantenidos a lo largo del tiempo. En Nutrición Donostia se nos procuran esos conocimientos bajo la guía de una profesional que nos franquea el acceso a ellos, orientándonos de manera adecuada para mejorar nuestra salud de manera duradera.