Nuevo postre saludable de Nutrición Donostia. «Mousse de limón light», fácil de preparar sin azúcares añadidos y bajo en grasa. Seguro que triunfas estas Fiestas.
Ingredientes:
- 2 envases de queso batido desnatado sin azúcar.
- ½ litro de leche semidesnatada.
- La ralladura de un limón.
- 2 cucharadas de edulcorante líquido.
- Un sobre de gelatina neutra.
- 2 claras de huevo
Preparación de la «Mousse de limón light»
- Comenzamos rallando muy fino la piel de un limón sobre un plato pequeño. Cuidado, sin añadir la parte blanca (albedo) que le aportaría demasiada acidez. Si es necesario utiliza un cuchillo para picar fino o una picadora.
- Añadimos el edulcorante líquido y mezclamos.
- Añadimos el queso batido, mezclamos bien y reservamos en refrigeración.
- Separamos las claras de las yemas de los huevos y las llevamos a punto de nieve. Reservamos en refrigeración.
- Ponemos unos 400 ml de la leche semidesnatada y la llevamos a ebullición en una cazuela. El resto lo mezclamos con la gelatina en polvo para que se hidrate. Si utilizamos gelatina en láminas, primero debemos hidratarlas en un vaso con algo más de leche durante unos 5 minutos.
- Retiramos la leche de la fuente de calor y removemos hasta que baje la temperatura.
- Aún en caliente, añadimos la gelatina y removemos con mucho cuidado para que se vaya formando el gel de proteína*.
- Cuando se vaya enfriando y adquiriendo mayor consistencia, añadimos el queso cremoso y después las claras al punto de nieve.
- Removemos muy lentamente hasta obtener una crema blanda.
- Vertemos sobre las copas donde serviremos nuestra mousse y las dejamos en refrigeración durante unas horas para que se fije el gel.
- Antes de servir, decoramos las copas con unas láminas de corteza de limón.
Y así, tenemos nuestra «Mousse de limón light», un postre delicioso apto para todos y sin azúcar añadido.
Consejos de Nutrición Donostia:
Esta receta es ideal para una comida familiar en la que queremos agasajar a nuestros invitados pero a la vez, no necesitamos aportar más calorías en forma de grasa y azúcar.
El limón nos va a ayudar, por sus propiedades diuréticas, a “bajar” la sensación de pesadez después de comer.
Este postre aporta principalmente proteínas (claras, queso batido, leche, gelatina). Por tanto, sería similar a un yogur.
El gel de proteínas: A diferencia del yogur, en el que la consistencia se adquiere gracias a la acción de las bacterias, el gel de proteína en esta receta se debe a la gelatina. Como saben mis pacientes, las proteínas cambian su estructura con la temperatura. Esa estructura se endurece durante el enfriamiento y adquiere la forma del recipiente en el que se encuentre, quedando retenido en su interior el resto de compuestos (azúcares, agua, grasas…). Es muy importante que cuando la proteína se está rehidratando y coagulando, no se rompa!! Por eso debemos tener mucho cuidado al mezclar, sino… nuestra mezcla jamás llegará a ser un gel!!
A diferencia de los geles de azúcar (mermelada), los geles de proteína no vuelven a formarse nuevamente una vez rotos. Por eso, la mermelada puede calentarse y endurecerse nuevamente y un yogur no!! TRUCO!!