Estamos casi a las puertas del verano y tras un duro confinamiento de más de un mes, quien más quien menos estará deseando disfrutar del sol si no lo ha hecho ya.
Existe multitud de información sobre cómo cuidar nuestra piel externamente (cremas, tiempo de exposición…) para prevenir el enrojecimiento de la misma y en casos extremos, las quemaduras.
Desde Nutrición Donostia hoy te explicamos cómo puedes implementar esa prevención desde dentro.
Considerando que el 80% de los melanomas puede evitarse con prevención,
¿Cómo debemos alimentarnos para prevenir el daño celular durante la exposición solar?
-
Hidratación:
¿Cuanto agua y/o líquidos debemos tomar durante el verano para estar bien hidratados?
Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos hacen los pacientes en consulta. En realidad, el volumen de líquido para hidratarse que necesita cada individuo es distinto en función de sus necesidades fisiológicas (cómo funciona su cuerpo) y en función de la exposición a agentes deshidratantes a los que se enfrente (focos de calor). En función de estos dos parámetros la transpiración (sudoración) y la diuresis (producción de orina) se verán modificadas.
Como siempre, aunque mucha gente no sepa escuchar, nuestro cuerpo nos da mucha información de cómo se encuentra y qué necesita.
NO existe una recomendación media de cuánto líquido debemos tomar.
Lo normal suele rondar los 1.5 litros. Sin embargo, existe un truco mucho más sencillo. Fijarnos en el color de nuestra orina a lo largo del día así como la transpiración. La orina de un organismo bien hidratado debe ser de color claro casi transparente. Si a lo largo del día comienza a oscurecerse… es momento de beber más líquido. Y por si a alguno se le estaba ocurriendo la idea, el alcohol tiene el efecto contrario. El alcohol deshidrata!!
Las células bien hidratadas son más capaces de hacer frente a las agresiones que sufren diariamente y trabajan más eficientemente que las que no lo están. Por tanto, es importante llevar siempre agua en los desplazamientos que hagamos para tener una fuente de hidratación a nuestra disposición de forma regular.
¡Recuerda que no es aconsejable esperar a tener sed!
2. Alimentación:
En cuanto a la alimentación tenemos 3 frentes principales de actuación:
a) Prevención del daño oxidativo: Antioxidantes vs Radicales libres.
Todos hemos oído hablar en alguna ocasión de los antioxidantes y de su capacidad para proteger nuestras células de las agresiones externas, como en este caso es la radiación UV y los radicales libres que se generan.
Estas sustancias son las que ingeridas por dieta, se degradan ante los radicales libres para evitar que nuestras células sean dañadas. Son nuestro escudo celular!
Las vitaminas C y E así como los carotenoides (luteína, zeaxantina) presentes en frutas y verduras de tonalidades rojas y naranjas nos ayudan a proteger el ADN de nuestras células para evitar cambios que las conviertan en células cancerígenas. Naranjas, calabaza, zanahoria, el tomate y su licopeno… pueden ayudarnos con esta prevención.
Los antioxidantes como el ubiquinol, la astaxantina o el resveratrol, entre otros, tienen un efecto protector interno del daño celular producido por las radiaciones solares. El ubiquinol es un tipo de coenzima Q10 que encontrarás en los frutos secos. Y la astaxantina es el pigmento que le da el color rosado al salmón, la trucha y los crustáceos. Por su parte, el resveratrol, presente en la piel de frutos oscuros como uvas y arándanos, es un fotoprotector natural y retarda el envejecimiento de la piel.
A estas alturas, quizás alguien esté pensando en la suplementación como una vía fácil de protección. Sin embargo, no conviene suplementar con antioxidantes, ya que diversos estudios ya indican que podría ser perjudicial más que protector. Sobre todo cuando la patología ya está en curso!
Dr. Martin Bergö para los pacientes con cáncer y toma de suplementos antioxidantes:
“No hay evidencia concluyente de que sería beneficioso para ellos, y hay evidencia creciente de que podría ser perjudicial”
b) Evitar la inflamación:
El primer signo de que nos hemos pasado tomando el sol o de que no nos hemos protegido convenientemente se llama eritema. Conocida comúnmente como «quemadura solar» es un proceso de inflamación que se produce para proteger la zona afectada y favorecer su curación.
Los ácidos grasos omega 3 tienen la propiedad de incorporarse a las capas de la piel protegiéndola de los rayos solares. Así mismo, ayudan a fortalecer el sistema inmune ayudando a sanar la piel dañada mejorando el enrojecimiento, hinchazón y la irritación tras la exposición solar.
Los encontrarás en el pescado azul (salmón, bonito, sardinas…) pero también en alimentos de origen vegetal como nueces, aguacate y semillas (chía, lino, sésamo…)
c) Regeneración de piel y tejidos:
Y tanto si ya nos hemos dañado la piel como si no, el organismo está en continua regeneración. Además de crecernos el pelo y las uñas cuando las cortamos, el resto de células también tienen un periodo de vida determinado. Por eso, el organismo está continuamente formando células nuevas. Y para eso se necesitan nutrientes!
La vitamina B3 es una vitamina que se encuentra en los alimentos altamente proteicos como pescado azul, hígado, carnes y setas. Ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso y a mantener la piel sana y elástica.
Pero además existen investigaciones que indican que reduce el riesgo de reaparición de nuevos casos de cáncer de piel en pacientes de alto riesgo.
Vitamina D:
Es más conocida y como muchos ya sabréis se encuentra en lácteos y pescado azul y frutos secos (nueces). Son de sobra conocidos sus beneficios para cuidar la salud ósea.
Pero también tiene un potente efecto antiinflamatorio que es muy eficaz en el tratamiento de quemaduras y lesiones cutáneas.
3. Resumiendo:
- Antes de la exposición solar convendría tomar fuentes de alimentos ricos en antioxidantes, sin suplementar. Os dejo varios ejemplos de batidos y zumos que podéis tomar antes o durante un día en la playa. Os servirán para hidrataros y también para protegeros del daño. Todo junto a la protección solar externa y el sentido común!
Ejemplos:
-
- Batido antioxidante con zanahoria, manzana y zumo de naranja.
- Batido verde de espinacas y piña con apio.
- Batido de espinacas, nectarina y piña.
- Zumo de tomate o té verde si estás en una terraza.
- etc…
- Después de la exposición solar aportamos una buena ración de pescado azul en nuestra comida o cena. Junto con verduras crudas y una fuente de vitamina D como un yogur natural o un helado.
Espero que os haya gustado el artículo y utilicéis la información para cuidaros este verano.
Sígueme en mis redes sociales porque este verano voy a implementar ideas fáciles de helados caseros y batidos antioxidantes para seguir enseñándote a cuidarte por dentro!