Alimentación Responsable: Distintas filosofías un solo objetivo.

Desde que lamentablemente Rusia decidiera invadir Ucrania, muchas personas han descubierto que alimentos tan comunes como el trigo, el aceite de girasol y otros, provienen de latitudes muy alejadas a la de su consumo. ¿Sabías esto?

Desde la década de los 80 del siglo XX, movimientos como «Slow Food» que fomenta la alimentación consciente (ver artículo slow food) han promulgado consumir alimentos que se cultiven en nuestro entorno más cercano. Y cocinarlos y disfrutarlos con tranquilidad y disfrutando del placer de alimentarnos.

Desde entonces han surgido filosofías de consumo distintas: Kilómetro 0, alimentos de proximidad, alimentos ecológicos. Y puede que se haya creado cierta confusión.

Con la alarma que se generó hace meses por acumular productos como el aceite de girasol o el trigo y ante el incremento en los precios de los alimentos, hoy pretendo explicarte las diferencias entre estas filosofías. Sus pros y contras para que puedas tomar cartas en el asunto sin dudas.

Diferenciando términos:

* ¿Qué es la alimentación «Kilómetro 0»?

Su filosofía fomenta la compra y producción de productos locales (que su origen sea inferior a 100 km del punto de distribución).

Ventajas:

Menos impacto ambiental.
Fomento de la economía local y justa con el agricultor y ganadero.
Son productos de temporada sin necesidad de agentes que retrasen su putrefacción.
Alimentos en su mejor momento de maduración. Mayor cantidad de nutrientes.

Inconvenientes:

Al limitarse a menos de 100km del punto de consumo, se restringe la opción de consumo de múltiples alimentos. Por ejemplo, en Euskadi, tendríamos que prescindir de consumir naranjas, fresas, que tan saludables son y tan ricas están.
No implica que sean ecológicos ni que se generen pocos residuos. Aunque generalmente suele ser así.

* Y los alimentos de consumo responsable ¿Qué son?:

A diferencia de la filosofía kilómetro 0, no implica un límite de distancia.

La elección está en manos del consumidor. Pone el foco en fomentar el consumo de alimentos producidos de forma sostenible:

Alimentos de proximidad pero sin un límite fijo de kilómetros. Eso si, lo más próximos posible. En este caso no habría limitación para el consumo de aquellos alimentos que ya forman parte de nuestra dieta.
Alimentos de temporada: Cuya producción no haya sido forzada. Tampoco sería necesario el uso de agentes conservantes.
Pueden o no ser ecológicos. Pero si lo fueran, implicaría menos generación de residuos.

* Alimentación ecológica:

Según la definición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un alimento ecológico es aquel cuya producción y gestión combina las mejores prácticas ambientales junto con un elevado nivel de biodiversidad y de preservación de los recursos naturales, así como la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal, con la finalidad de obtener una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por los productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.

Es decir, sin utilizar sustancias ni procesos artificiales o sintéticos y preservando los recursos naturales y el bienestar tanto animal como de la plantación.

Un alimento ecológico llevará una certificación y logotipo de la Unión Europea que así lo avale. Además será sometido a controles e inspecciones estrictas para que el consumidor no tenga dudas de la rigurosidad del proceso.

Situación actual de las cadenas de producción de alimentos:

Nuestro país es una de las cunas de la Dieta Mediterránea. Existen multitud de argumentos y estudios científicos que la avalan como la mejor dieta para la prevención de enfermedades.

Somos productores de gran variedad de frutas y verduras. Legumbres y cereales. También carnes de buena calidad y podemos presumir de mantener técnicas de pesca ancestrales respetuosas con el medio ambiente.

Y sin embargo, multitud de ellos han dejado de producirse en España y son importados desde miles de kilómetros.

Quiero dejar claro en este post que quien quiera comer, por ejemplo lichi o maracuyá (fruta de la pasión), no tiene otro remedio que asumir que debe ser importada. Nuestro clima no es el más adecuado para que crezcan estas especies de forma natural. Sin embargo, no son necesarias para llevar una alimentación saludable ni aportan nutrientes que no podamos encontrar en alimentos de proximidad.

El objetivo de este artículo es dar luz al cambio en las políticas de producción de alimentos.

España produce legumbres en Castilla y sin embargo, hay marcas muy conocidas que las importan de Argentina.
Nuestro país tiene campos y condiciones climatológicas excelentes para el cultivo de cereal… pero la mayor parte ¿se trae de Ucrania?
Se han priorizado las largas cadenas de producción de alimentos frente a las cortas y tradicionales y en la mayor parte de los casos, el consumidor final ni lo sabe!

Y es que resulta difícil saber de dónde proceden nuestros alimentos.

Más allá de mirar el origen en el etiquetado, no existe en nuestro país un certificado de proximidad. Cataluña lo tiene desde 2013, pero el Ministerio de Consumo ni se plantea su estudio!

Y la decisión final queda en manos del consumidor…

Tanto los alimentos ecológicos y términos como «eco» y «bio» eran difíciles de encontrar en el supermercado hace 15 años. Y sin embargo, la concienciación y la apreciación por ellos ha echo que hoy en día sean muy demandados.

Cada vez es más frecuente encontrar agricultores y ganaderos que distribuyen cestas de fruta y verdura de temporada directamente a un grupo de consumidores.

La presión ejercida y la oferta solicitada por los consumidores ha llevado a grandes cadenas de consumo de ultraprocesados a modificar sus etiquetados cambiando al color verde, y a utilizar términos como «saludable», «natural» o «Km0». ¡Pero ojo! Esto no quiere decir que lo sean realmente. Las campañas de marketing consiguen distorsionar la realidad de forma muy eficiente!

Nuevamente se demuestra que el consumidor, aún teniendo poco poder por si solo, puede mover montañas cuando se agrupa.

Actualmente, las cadenas de distribución de alimentos aseguran que no puede cubrirse la demanda con producto nacional solamente… ¿será cierto o puede que veamos como eso cambia en un años?