COMER SANO COMIENDO FUERA DE CASA ¿ES POSIBLE?
A menudo mis pacientes me hacen esta pregunta: Tengo una cena/comida fuera de casa y… ¡no sé qué voy a comer! ¿Qué puedo hacer?
Todos tenemos en ocasiones, más o menos frecuentes, una comida o acto social en el que no podemos elegir el menú pero tampoco nos apetece comer demasiada grasa. Sobre todo aquellos que ya tenemos una rutina saludable y comer en exceso nos hace tener digestiones pesadas.
Cuando una persona no conoce cuáles son las propiedades que nos aportan los distintos tipos de alimentos, resulta más difícil hacer elecciones saludables. Por eso intento inculcar a mis pacientes la importancia, no solo de intuir qué alimentos son sanos, sino de saberlo realmente y aprender alimentación.
Culturalmente siempre hemos asociado las comidas sociales con la abundancia y el exceso de grasa en forma de salsas, patés o alimentos y preparaciones excesivamente calóricas. Por el contrario, comer sano significaría comer ensaladas insípidas y carnes o pescados a la plancha y sin apenas sabor.
A muchas personas les resulta un compromiso acudir a actos sociales que incluyan una cena o una comida porque creen que no es compatible con cuidar la salud y se van a sentir marginados. Sin embargo, cada vez resulta más fácil compaginar la vida social y la alimentación saludable, aunque aún los chefs y restaurantes pueden allanar más el camino.
Qué decir tiene, el hecho de tener que comer diariamente fuera de casa por motivos laborales.
A continuación, os enseño pequeños trucos que os ayudarán a unificar comida, salud y trabajo. ¿Me acompañáis?
A distintas situaciones distintas soluciones:
Si bien cada situación tiene sus características siempre deberíamos tener en cuenta 3 pasos básicos para comer sano fuera de casa:
- Pensar
- Planificar
- Prescindir
En el trabajo:
- Tupper:
Trabajar en jornada partida o lejos de casa, implica tener que comer diariamente, en la oficina si en el mejor de los casos disponemos de una suerte de comedor. En este caso, la comida “de tupper” suele ser una solución que más allá de ser un problema puede verse como un desafío.
He de confesar que soy una experta en comida de tupper con más de 8 años de experiencia a mis espaldas.
Seguiremos los tres pasos dados anteriormente:
- Pensar:
¿Cuánto tiempo dispongo para comer? ¿Tengo electrodomésticos disponibles para conservar y calentar la comida?¿Tengo tiempo suficiente al día para preparar la comida o necesito tener tuppers preparados?
Esto que parece muy sencillo en realidad no lo es tanto. Se requiere cierta planificación para comer sano fuera de casa pero con cierta organización… todo es posible!
¡Claro que sí!!
2. Planificar:
En función de cómo preveamos la semana podemos planificar nuestros menús y disponernos a hacer la compra necesaria para ello con antelación. Y puestos a planificar… ¿por qué no planificar también las cenas? Siempre debemos tener en mente menús con verduras cocidas o crudas (ensaladas), cereales integrales o legumbres y algo de proteína como acompañante (y no al revés).
3. Prescindir:
En este caso intentaremos prescindir de las prisas, de comer frente al ordenador y sacaremos siempre un hueco para comer acompañados. ¿Qué es más importante, el trabajo o la salud? ¿Qué es lo peor que puede pasar por probar a no comer en el puesto de trabajo? A ser posible en un ambiente agradable… y con esto no me refiero a comer al aire libre o en una terraza con vistas al mar (perfecto para el que pueda). Simplemente con prescindir de personas tóxicas que nos estropeen la comida, basta.
A riesgo de que parezca una tontería, comer en un plato con cubiertos que no sean de plástico y de la forma más similar a cómo lo haríamos en casa, ayuda a que la percepción global del hecho de alimentarse sea más placentera, mejorando las digestiones. De esta forma asociaremos comer/alimentarse, con un acto social agradable y no como algo rápido que nos impide continuar con el trabajo y el stress.
- Menú del día:
Puede parecer que cuidar la salud y alimentarnos sano no es compatible con el menú del día. Pero siguiendo los pasos vistos anteriormente, también lograremos, si realmente queremos, comer sano y rico fuera de casa. ¡Veamos cómo!
- Pensar:
Más o menos podemos conocer el tipo de restaurantes que tenemos cerca del trabajo para comer. En otras ocasiones es la empresa, la que tiene concertados ciertos lugares a los que sus trabajadores puedan acudir. En este caso, la tarea es más sencilla aún.
Cada vez son más los restaurantes en los que cuidan su oferta de menú del día para que haya opciones de todo tipo (incluidas aquellas dirigidas a personas que hemos decidido cuidar nuestra salud a través de la alimentación sana). Pensemos cuál o cuáles de ellos nos aportan un ambiente más agradable, en el que sean más amables… y en el que nos ofrezcan ensaladas, verduras y platos poco grasos. También debemos priorizar aquellos que nos permitan optar por dos primeros en vez de primero y segundo… y sustituir el postre por una infusión u otra cosa. Afortunadamente, esto ya no es nada raro al comer fuera de casa.
2. Planificar:
Al igual que el cocinero piensa el menú para toda la semana, nosotros también podemos hacerlo. Aunque no sepamos qué opciones concretas vamos a tener, si podemos hacernos una idea para cada día: ensaladas + carne, ensalada + legumbre, menestra + pescado… E ir cumpliendo en lo posible lo planificado.
3.Prescindir:
Prescindiremos de comidas muy grasientas, rebozados… Podemos preguntar si nos pueden traer la ensalada sin aliñar para hacerlo nosotros mismos. Recordad siempre que el cliente tiene en su mano la posibilidad de cambiar lo que no le gusta. Acordaos sino, hace unos años resultaba impensable que hubiera leche desnatada en las cafeterías y ahora… las hay incluso con bebidas vegetales! La oferta se adapta a la demanda… y no al revés.
Como veis, perdiendo el miedo a cambiar ciertas pautas establecidas y tomando en la medida de lo posible las riendas de nuestra alimentación, podemos lograr adaptarnos a comer fuera de casa sin renunciar a comer saludable.
En ocasiones puede que el cambio no te resulte sencillo. Si es así, puedes acudir a tu consulta nutricionista.
En Nutrición Donostia te enseñamos a poner estas ideas en práctica en un par de sesiones. Puedes obtener ideas con nuestras recetas.
Ánimo: Todo camino, por largo que sea…comienza con un pequeño paso!!
La próxima semana os traigo ideas para las comidas familiares, actos sociales de empresa y otros eventos.
¡Espero que os haya gustado!
Nutrición Donostia… ¡Cuida de ti! Si necesitas asesoramiento nutricional para llevar mejor estas situaciones puedes pedir cita en nuestra consulta y te ayudaremos encantados.
A continuacuón te invitamos a seguir leyendo la segunda parte de «Comer sano y fuera de casa es posible»